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La vida es un pulso eléctrico que atraviesa nuestro cerebro entre dos espacios en negro. No sabemos lo que vino ni lo que vendrá, pero esa energía es la que nos recuerda que estamos vivos.

Acostumbrado a vivir a la contra y utilizar el viaje como espacio en negro, decidí que todo aquello que pasaba a diario por mis ojos, pero que no veía, debía tener su hueco en mi vida. Pararme, pensar, mirar atrás, cambiar de asiento, observar a la gente, la calle y los edificios, disfrutar de los reflejos, las luces y su velocidad. No volver a mirar el viaje como un espacio vacío entre dos puntos.

Simplemente subirme y vivirlo.

En mayo de 2022 tuvimos la oportunidad de mostrar nuestras fotografías en la exposición , impulsada por nuestro profesor y reconocido fotógrafo

Tampoco podéis perderos las fotos de mi compañero y amigo